domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Me puedes prestar atención?



Hablemos un poco sobre el ADD/ADHD o Déficit de la atención (con o sin hiperactividad). Las personas que se ven afectadas por este tipo de desorden, se les complica llevar adelante una vida balanceada y armoniosa, muchas veces teniendo que recurrir a paliativos perjudiciales para tratar de suavizar las frustraciones.
Tienen que esforzarse el doble para el cumplimiento de sus objetivos, comparados con las personas que no lo posean. Van a tener fuertes tendencias al uso de drogas, alcohol o vicios en edad adulta, aparte de posibles tendencias hacia la depresión e inclusive el suicidio.
Sin querer aburrirte con palabras muy sofisticadas o técnicas, permíteme contarte lo que he aprendido sobre la atención: es un elemento muy importante de nuestra mente. Forma parte fundamental del circuito del aprendizaje, y está localizada principalmente en la parte prefrontal de la corteza cerebral.   
Aunque hay estructuras del cerebro interno que afectan la atención como el hipotálamo y el hipocampo, junto a la presencia de neurotransmisores como la dopamina y la acetilclorina, podemos resumir las consecuencia de un posible desbalance en éstas áreas como una disminución en la capacidad de las neuronas de esa región de "disparar" la electricidad necesaria para mantener los estados de alerta, normalmente relacionados a las ondas Beta del cerebro.

Al cerebro no poder mantener esos altos niveles de energía en la zona prefrontal, la persona comienza a experimentar deficiencias y complicaciones a la hora de querer prestar atención o concentrarse en puntos específicos. Sobre todo, si estos carecen de interés para la persona.

Alguna de las características que puede mostrar la persona con este tipo de configuración cerebral, se encuentran: (Presentes de forma recurrentes)

  • Falla en darle la atención necesaria a los detalles o comete errores tontos en la escuela, trabajo o actividades generales.
  • Le cuesta mantener la atención en las actividades, tareas o juegos.
  • Normalmente pareciese que no escucha cuando se le habla directamente.
  • Le cuesta hacer el seguimiento necesario en las instrucciones y falla en terminar las tareas, los deberes o responsabilidades en la casa y/o el trabajo.
  • Dificultad para organizar las tareas y actividades.
  • Evita o no le gustan actividades en donde tenga que hacer esfuerzos mentales sostenidos, tales como tareas o trabajos específicos.
  • Pierde cosas necesarias para las actividades tareas. (Ej.: juguetes, tareas de la escuela, lápices, libros, etc.)
  • Es fácilmente distraible por estímulos externos. 
  • Olvidadizo en las actividades diarias.
  • Muy conversador
  • Suele responder sin que la pregunta haya sido completamente formulada.
  • Le cuesta esperar su turno
  •  Interrumpe en las conversaciones o juegos.


Todos estos síntomas tienen que haber persistido por lo menos por más de seis meses. Algunos de ellos tienen que haber estado presente desde la infancia. Tienen que existir en por lo menos dos áreas (por ejemplo, la escuela y la casa o el trabajo y la casa).También deben crear falta de habilidades sociales significativas, tanto a nivel académico como ocupacional y de relaciones.

Si tú o alguien conocido se siente identificado con las características aquí mencionadas, es recomendable buscar mayor información relacionada a este tema, libros como Sanando el ADD (Healing ADD) del Dr. Daniel Amen, información por Internet y ayuda profesional pueden ser muy beneficiosas.

El Entrenamiento Cerebral con Neurofeedback y el Entrenamiento Vital pueden ayudar a minimizar considerablemente todos esos síntomas, y recuperar las capacidades básicas para el logro de las metas. ¡Infórmate y ayúdate, es el momento!

Juan Ricardo Díaz

viernes, 27 de noviembre de 2015

La acción de dar gracias



No sé si a ti te ha pasado lo mismo que a mí. Hay días en lo que me encuentro envuelto en el ajetreo del día a día, entre las preocupaciones diarias, sin permitirme detenerme por un momento a pensar qué está pasando.

 Si te suena conocido este escenario, entonces préstale mucha atención a lo siguiente.

Al sumergirnos en las situaciones de nuestra vida, sin sacar el tiempo para reflexionar acerca de las miles de bendiciones que ya tenemos en nuestras vidas, estamos alimentando un posible cuadro de depresión en nosotros y alejándonos del posible gozo que trae el estado de gratitud.

Te confieso que nunca había practicado esto del día de acción de gracias antes de venirme a vivir a los Estados Unidos. En mi país, Venezuela, no existe tal fecha. Me encantaría que hicieran uno, pues lo encuentro muy gratificante y aleccionador.

Son pocas las cosas que traen mayor dicha y felicidad profunda como la acción de dar gracias y siempre mostrar un estado de gratitud pleno, frente a Dios, a nuestra familia y a quien nos tiende una mano amiga en momentos de necesidad.

Te invito a que de ahora en adelante estés más consciente, más reflexivo, pendiente de dar las gracias en todo momento; recordando que no tenemos que esperar nada, pues ya tenemos todo lo que necesitamos para ser felices, aquí y ahora.

Te doy una lista de posibles cosas por la cual puedes estar en constante estado de agradecimiento:

·         El amor incondicional de Dios
·         El cielo. La Salvación a través de Cristo.
·         La vida
·         El aire que respiramos
·         La salud que gozamos
·         El cuerpo
·         Los alimentos
·         Las medicinas
·         Nuestra familia
·         Amistades
·         Trabajo
·         Dinero
·         Nuestro hogar
·         Ropa
·         Los paisajes
·         Los animales
·         Hobbies

Esta lista la puedes extender todo lo que quieras. Ponla en un sitio que la puedas leer todos los días a manera de recordatorio.

Con la práctica constante y sostenida de este simple ejercicio, comenzarás a notar una vida más plena, llena de mayores satisfacciones y alegrías.

Por cierto, gracias por leer, y Feliz Día de Acción de Gracias! :)

Juan Ricardo Díaz

martes, 24 de noviembre de 2015

El poder de la música



Hoy salí a caminar alrededor de la casa y se me ocurrió llevarme el celular con los audífonos. Me puse a escuchar música a través del app de Pandora, y ese simple hecho cambio por completo mi experiencia. Ya se es muy bien sabido el efecto que tiene la música en el ser humano, pero una cosa es saberlo y otra muy distinta es experimentarlo.

Yo como psicólogo te invito, y hasta te reto, a que cambies tu experiencia incluyendo música, si ya lo haces, ¡perfecto!, si no lo has hecho aún, ya es el momento. Puedes escucharla haciendo ejercicios, en el carro, caminando, acostado en un sofá, viendo un atardecer, haciendo el amor, tomándote un buen vino. La música es la perfecta compañera en muchas de nuestras experiencias. Quítale la música a la película y le quitas en parte a esencia de su mensaje.

La música nos hace vibrar, nos hace sentir muchas emociones. Si le das permiso tiene el poder de cambiar tu ánimo de un minuto al otro. Hay música para todo, para reír, para llorar, para bailar, para aprender, para reflexionar y para soñar, está en tus manos escoger la melodía que te provoca y te funcione en ese momento de tu vida.

Dicen por ahí los historiadores que la música es tan antigua como la humanidad, que ya desde tiempo de antaño, aunque no hubiese manera de reproducir la música o no hubiese instrumentos musicales, ya el hombre se las ingeniaba para sacar música, componerla, cantarla y compartirla con sus tribus.

Dicen también por ahí que la música es la voz del alma. Nada más cierto. Aunque tu sentido primario no sea el auditivo, las sensaciones y pensamientos que se derivan al escuchar música son infinitas y muchas veces indescriptibles. No poseo el don de los músicos de contar con un oído envidiablemente afinado y entonado, pero logro disfrutar de las melodías y capturar la esencia de sus creación, ya con eso me basta y me sobra para apoyarla y promoverla, y hasta recomendarla con fines terapéuticos.

Si estás de acuerdo conmigo con este planteamiento acerca de la música, me imagino que también estarás de acuerdo si te propongo apoyar al género música. Apoyar a todos esos artistas que dedican su vida a componer, arreglar, mezclar, cantar y tocar las melodías que disfrutamos. Digámosle un rotundo NO a la piratería, al bajar canciones gratis sin permiso de su autor. Dediquémosle un porcentaje de nuestros ingresos a la sabia decisión de adquirir las piezas musicales de nuestro agrado y deleite.

A mí como escritor me encanta que todos los lectores disfruten mucho de mis escritos, pero que también respeten el derecho de autoría y se reconozca la ardua labor de la creación, composición, arreglo y producción de mis obras literarias. De igual manera invito a todos a hacer lo propio con las obras musicales.

Ya existen organizaciones e instituciones creadas por los mismos músicos, buscando salvaguardar la industria, y nosotros, los usuarios de sus creaciones podemos ser sus más grandes contribuyentes y defensores.

Tengo muchas amistades y familia que se dedican al gran oficio de producir música, a ellos mis saludos y respeto. Dentro de ese grupo hay unos cuantos que tristemente no se percatan que ellos terminan haciendo lo que ellos tanto critican. Pueden bajar música a sus computadoras o teléfonos sin pagar el valor de esa canción o producción musical. Tenemos que ser los primeros en establecer y marcar el ejemplo, apoyando a todos los colegas, productores y músicos al pagar por sus obras, que tan merecido se los tienen.

Te invito a comenzar una gran campaña por la autoría musical, compremos los que nos gusta, apoyemos a la industria de la música y démosle rienda suelta a su creatividad para que nos deleiten con sus maravillosas creaciones.

A ti, mi hermano(a) y amigo(a) músico, justo a ti te dedico este escrito, esta iniciativa, este deseo.

Juan Ricardo Díaz