domingo, 17 de marzo de 2019

Este mensaje es para ti


Recordando el principio básico de psicología aportado por el padre de la psicología Sigmund Freud, todo lo que hacemos en la vida se basa en solo dos razones: una es para evitar el dolor, y la segunda es para sentir placer. Muy posiblemente buscamos sentir placer, no solo porque se siente bien y agradable, es para justo evitar y evadir el dolor que con toda seguridad nos presenta ala vida de tanto en tanto.

Freud aducia al griego con palabras como Eros y Tanatos, en donde Eros refiere al placer general, pero enfatizaba el placer procedente de la actividad sexual. Mientras que el Tanatos tiene que ver con la muerte o con el dolor asociado a ella. Según sus ideas, el ser humano deambula y se mantiene entre esas dos realidades, la vida (placer) y la muerte (dolor), lo que en si encierra el motivo mismo de la vida y sus decisiones.

Te vuelvo a invitar a que pienses un poco acerca de las últimas decisiones que has tomado en la vida para que encuentres en donde esta el placer de esas decisiones y cuál dolor estás tratando de evitar y evadir. Siempre es recomendable cuadrar tus decisiones alineadas a estas dos ideas. Es decir, lo que en realidad quieras hacer y alcanzar debe ir atado a una idea que no hacerlo te va a causar un dolor indescriptible, y al lograrlo te vas a sentir con un gozo mayor (placer).

Por otro lado, si al igual que yo te encuentras sumergido en batallas agotadoras contra hábitos insaciables que parecen no querer desaparecer, aun a pesar de todos lo esfuerzos previos atentados, es recomendable revisar de qué manera estamos tratando de saciar el placer en nuestra vida.

Una de las formas mas comunes es a través de la actividad sexual, pero si esta disminuye por cualquier razón, es lógico que la búsqueda del placer se mueva hacia otros lados, tales como la comida, los vicios: alcohol, drogas, cigarrillos, apuestas y hasta el trabajo mismo. Una posible explicación para hábitos negativos persistentes es que no solo no están dando una fuente de placer temporal y nos hacen sentir mejor en el momento, sino que también, de alguna manera, nos esta haciendo evitar un dolor que no dejamos salir a la superficie.

Desde mi perspectiva, siempre respetando las creencias diferentes, todo se resume a nivel espiritual. Si nos adentramos en oración y meditación a nuestra fe, y nos logramos conectar con profundo e inmenso amor de Dios a nosotros, podemos obtener el placer absoluto y completo de esta realidad espiritual y nos aleja eliminando por completo de todo dolor terrenal.

Es el amor de Dios descrito en las epístolas de Pablo, Juan Pedro y Santiago, y en el mismo verso del evangelio de San Juan 3:16 lo que va a llenar ese vacío existencial que nos carcome produciendo mucho dolor y privándonos del verdadero placer que sobrepasa todo entendimiento humano.

Deseo encuentres el amor de Dios dentro de ti, y este te de la paz que buscas, colmándote de placer espiritual y alejándote de todo dolor.