martes, 7 de mayo de 2019

Ansiedad tecnologica


Me considero un entusiasta de la tecnología, sin lugar a duda. Creo entender los atributos y beneficios que trae a nuestro diario vivir, pero eso no me impide observar con claridad sus posibles consecuencias negativas, dentro de las cuales se encuentra la ansiedad.

Creo que podemos ser catalogados como una sociedad de alto consumo de tecnología y nos hemos acostumbrado a la velocidad con la que se mueve; deseando todo para ayer.

Si recordamos, hasta no hace mucho, digamos unos cien años (y no de soledad), apenas dos generaciones, si por ejemplo te querías movilizar de un continente al otro solo había una opción, el barco a vapor, el cual tomaba meses en su travesía.

Ahora nos toma unas cuantas horas, y deseamos fuese aún más rápido para “no perder tanto tiempo” en esos trayectos. Ahora hasta ya podemos ir a la luna en cuestión de días.

Todo este avance tecnológico nos empuja y nos sumerge a estar apurados, a la recompensa instantánea, es como si quisiéramos adelantarnos al tiempo lineal que conocemos, y uno de los resultados inevitables es la generación intensificada de la ansiedad en nuestra vida.

Pienso que no es justo ni se le puede pedir más a nuestro sistema nervioso para que responda de manera diferente frente a este bombardeo de información infinita, acelerada e intimidante.

Es por esto por lo que te invito a poner el pie en el freno de tu vida, a tomar un descanso de la tecnología, aunque sea por unos minutos al día, sal a caminar, a observar la naturaleza, apreciarla y agradecer su belleza y majestuosidad, a respirar aire fresco. Y si te puedes dar una escapadita una vez a la semana a un parque, una montaña, la playa, hazlo sin dudar, y no lleves contigo nada electrónico. Tu sistema nervioso te lo agradecerá.