Los siete pasos de creación del éxito
1.- Crea: Haciendo uso del poderoso regalo
que Dios nos regaló, ubicado en el hemisferio derecho de nuestro cerebro,
podemos tomar un tiempo para soñar, imaginar y crear todo lo que queramos. A
especie de catálogo universal, cual lienzo en blanco a punto de ser
desarrollado por el pintor, puedes plasmar en tu lienzo todo lo que tu mente
sea capaz de crear e imaginar. Tal como lo dijo Napoleon Hill: “Todo lo que la
mente del hombre pueda crear y creer que puede hacerlo, lo puede conseguir”. De
igual manera Walt Disney dijo: “Si lo puedes soñar, lo puedes hacer”.
2.- Apunta: Una vez seleccionado lo que
decidiste crear con tu imaginación, debes apuntar hacia adónde deseas
manifestarlo en tu vida, en cuál área o zona específica quieres que se
materialice. Es integrar la información que ya se formó en tu hemisferio
derecho y comenzar a trasladarla a tu hemisferio izquierdo, utilizando el
cuerpo calloso de tu cerebro que los une.
3.- Enfoca: Con el hemisferio izquierdo de
tu cerebro, especialmente la parte prefrontal, pon toda tu atención y
concentración en eso que acabas de crear y deseas que se manifieste en tu vida.
Enfoca cual precisión de laser todo el ímpetu de tu deseo, y sostén ese enfoque
por varios segundos al día. Puedes mantener tu foco en esa idea entre unos
quince a veinte segundos, tres veces al día.
4.- Siente: Una vez cumplidos los tres
primeros pasos, debes integrar esa información a tu sistema emocional. Recuerda
que tu sistema ya tiene reglas y parámetros preestablecidos por ti mismo(a)
desde hace mucho tiempo, a través de tu hábitos y creencias. Siente la emoción,
la alegría, la dicha de haber logrado materializar eso que tanto deseas. Siente
como responde tu cuerpo, tus pensamientos y tus sentimientos a esta nueva idea.
Mientras tu sistema emocional no esté alineado con la nueva idea, es decir,
hasta que no lo sientas bien y agradable, no se va a materializar. Tu sistema
emocional te sirve de guía, pero a la misma vez de mecanismo de defensa en
contra de todo eso que sea nuevo y esté fuera de la zona de confort. No es
recomendable ir en contra de lo que ya está establecido en esa zona, sobre todo
bruscamente, porque es mas el daño que puede ocasionarte que la dicha que andas
buscando.
5.- Cree: Para poder cumplir y complementar
el paso anterior es recomendable aderezarlo con la fe. Esa certeza ciega que lo
que piensas que quieres crear es posible ser creado y que viene a ti, sin la
más mínima duda. Es la precisa y exacta convicción que el proceso va a ser desarrollado
en su totalidad, y que solo es cuestión de tiempo para que se materialice.
6.- Haz: Mantente alerta y despierto(a) a
todas las señales que comiencen a llegar a tu mente a través de pensamientos,
sensaciones, ideas, mensajes externos, pues ellos van a contener los pasos y
directrices que debes ejecutar para comenzar a materializar lo que desees
crear. Las ideas pueden ser que “caigan del cielo”, pero su debida
materialización siempre va a depender de las acciones que se tomen para su
desarrollo.
7.- Administra: Una vez obtenido el fin que
deseas debes crear un sistema de administración, gerencia y mantenimiento para
asegurar que lo creado dure el tiempo prudencial para ser disfrutado.
Juan Ricardo Díaz