Esta recopilación
va dedicada a la mujer de mi vida, de mis sueños, de mi fe: Ela Inés Simón
Aun no te he
dicho cuanto te amo realmente, porque me da miedo que lo descubras y no quiero
estar tan vulnerable delante de ti.
Aun no te he dicho
lo bella que eres, por dentro y por fuera, para que tú y los demás no se den
cuenta y corra el riesgo de que alguien te busque fiesta.
Aun no te he
dicho lo agradecido que estoy cada segundo de mi vida con Dios por haberte
colocado en mi vida.
Aun no te he
dicho cuántas horas paso en oración todos los días pidiéndole a Dios por tu
vida, tu salud, tu felicidad.
Aun no te he dicho
lo agradecido que estoy cada día con todas tus atenciones, incluyendo lo rico y
sano que cocinas, como mantienes nuestro hogar, como lavas la ropa, como te
encargas de nuestros hijos.
Aun no te he
dicho que mi tesoro mejor escondido y guardado eres tú.
Aun no te he
dicho que todavía se me dificulta expresarme bien oralmente y prefiero
escribirlo.
Aun no te he dicho que muchas noches se me dificulta
dormir porque no sé qué hacer para que me perdones todas mis faltas y errores,
sobre toda esa falta que tanto nos pesa ahora.
Aun no te he
dicho todo el tiempo que le dedico a pensar qué voy a hacer para enamorarte
cada día.
Aun no te he
dicho que todo lo que hago lo hago en función de ti, para ti y por ti.
Aun no te he
dicho cuanto me gusta cada milímetro de tu cuerpo, cuanto lo deseo a diario, y
que tan frustrado me siento por no tenerlo más a menudo.
Aun no te he
dicho lo agradecido que estoy por haberme ayudado a sacar a nuestros hijos
hacia adelante.
Aun no te he
dicho cuanto admiro tu inteligencia y sencillez, aunado a tu humildad y fe.
Aun no te he
dicho miles de cosas que yo mismo no se de mí y ni de ti, porque no bastarían todas
las cartas y libros del mundo para llenarlos con las cosas que aún no te he
dicho.
Hoy, aquí y ahora
te digo: Ela Inés te amo con todo lo que un hombre puede amar a una mujer. ¡Gracias
por todo!