Dice el
dicho que nadie aprende con experiencia ajena, pero pienso que algo nos puede quedar
de las experiencia de los demás. Según la psicología conductual, es mucho lo
que se aprende por el comportamiento de las demás personas y hasta de la
sociedad misma.
Recientemente
escuché a unos de mis “ídolos” de la juventud hablando por la radio, narrando
su estado actual de salud. Su nombre es Eddie Van Halen, guitarrista de la
banda de rock de los ochenta Van Halen. Según dijo ese día, padece de varias
enfermedades y una de ellas, irónicamente, no le permite tocar guitarra como
antes.
No quiero decir, porque no lo sé a ciencia cierta, que las
consecuencias que están viviendo la mayoría de todos estos rockeros de los
setenta y ochenta sea hoy en día en su totalidad por la forma de vida que
vivieron en aquellos días: fiestas diarias donde corría el alcohol, las drogas
y el sexo sin filtro.
Como decían en ese entonces: “Sexo, drogas y rock and
roll”. Pero con mis limitados conocimientos del cerebro y de la mente pienso
que si debe tener un peso preponderante en su deterioro físico.
Hoy en día
quizás los estilos de música han cambiado u poco, por un lado establo los
ritmos pop, influenciados por la música de los afroamericanos, por otro lado, está
la música electrónica como el house y sus diferentes vertientes. Y como todo en
la música, están los famosos que representan cada género. Ahora le está tocando
a ellos vivir la vida desenfrenada de la fama y el éxito financiero que eso
acarrea. Pero al igual que los rockeros en su época, son “ejemplo” a seguir por
millones de niños y jóvenes y hasta adultos. Muchos de ellos quisieran vivir la
vida de esos músicos.
Pero la
verdad es que el tiempo pasa y no perdona. La fama, las modas y hasta el dinero
en muchas ocasiones pasa, si no pregúntenle a Vanilla Ice, por ejemplo. Pero el punto es que nuestra
juventud puede aprender de las lecciones del pasado y entender que esos sistemas
de vida de exceso van atraer necesariamente consecuencias devastadoras para
cuando pásenlos 40 años de edad.
También
se, porque lo recuerdo como si hubiese sido ayer, que de adolescente uno piensa
que es inmortal y que los cuarenta falta mucho para llegar. Pero también se
porque lo viví, que llegan antes de lo esperado, y la vida, al igual que el
universo, es perfecto, en armonía y equilibrio, y todo tiene consecuencias.
Así que
los invito a que conversemos con nuestros jóvenes y traigamos a colación este
tema, para que se den cuenta de lo que les pasó a los músicos de antes, que es
el futuro que le depara a los de moda actuales, y que ellos pueden estar más
que agradecidos con la vida, con Dios, y en algunos casos, con sus padres y
familiares, por la hermosa y sana vida que están viviendo, pues casi que les
garantiza un porvenir sano y prometedor.