viernes, 23 de octubre de 2015

La musa del escritor




Estuve leyendo en estos días un libro excelente para escritores que me recomendó una persona, a la cual le estoy muy agradecido por tal recomendación, y por todas las demás sugerencias que me brindó, entre las cuales está el escribir a diario en este blog.

Una de las cosas que más me llamó la atención del libro en cuestión fue que la autora, aparte de ser una muy prolifera escritora, es colega de profesión, es decir, usa y aplica la psicología a diario. Una de las cosas que mencionó en su libro es que los autores de libros juegan este partido de la mente con la formación de pensamientos, pero que lo juegan si se quiere de manera particular, diferente a los demás, pues según dice, los escritores tenemos el don de poder pensar diferente y meternos en mentes diferentes que la nuestra.

En parte estoy de acuerdo con su propuesta, pero algunos cables se me cruzan en el corazón con tal aseveración. Yo creo que los escritores no nos diferenciamos de ninguna  de las carreras artísticas existentes. Tanto el pintor contempla su lienzo en blanco, como el escultor su piedra aun sin tallar, así el escritor contempla la página en blanco para ser repleta con la lluvia de pensamientos e ideas que pare en el momento de la creatividad. Ahora me pregunto: ¿De dónde sale esa creatividad, esa musa del artista que pinta, que esculpe, que escribe?

No sé de dónde sale ni por que sale, lo que si te puedo garantizar es que fluye como un rio desbocado que no encuentra una salida única y quiere verter sus aguas en todas las direcciones. Es un orgasmo de ideas deliberantes que nutren la imaginación del lector, con la potencialidad de preñar y concebir nuevas ideas, dando a luz cosas diferentes, que son lo mismo. Solo el artista que pinta, el escultor que esculpe o el escritor que escribe puede entender a lo que me refiero, pero eso sería una gran mentira.

Todas las carreras son artísticas desde cierto ámbito, el ingeniero crea fórmulas geniales para la solución de problemas intricados, el médico resuelve casos biológicos que salvan vidas, el abogado evita la condena al reo. Cada quien hace y crea desde su ámbito, y siempre, creamos o no, nos guste o no, lo aceptemos o no, estamos brindando nuestro servicio y nuestro arte al bien común, a la sociedad de la cual formamos parte. Es un reto y una bendición, simultáneamente.

Estés donde estés en estos momentos, date cuenta de quién eres y lo que haces por la humanidad, si no te estás moviendo en este sentido, estas paralizado y la humanidad espera por ti, hace que enciende el motor de tu genialidad, la mecha encendida de tu pasión y mueve montañas con tus ideas y actos, camina ese recorrido que fuiste llamado a caminar, hazlo con ganas, con ánimo, con entusiasmo, como si la vida misma dependiera de ello, porque la final, realmente depende. ¡Inspírate!

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