jueves, 1 de octubre de 2015

Las Peleas pueden ser Beneficiosas

   Existen muchas relaciones, especialmente la de parejas, que se tiene creído que puede llegar a existir una relación "perfecta", en donde las dos personas se la lleven tan bien que no haya discusiones ni peleas. Nada más lejos de la realidad. En todas las relaciones que existen van a existir siempre los desacuerdos, conflictos y peleas, es la frecuencia e intensidad lo que puede marcar la diferencia.

     Si estás ahora en una relación, ya sea de pareja, con tus padres, hijos o en el trabajo que no paran de confrontarse, es más el tiempo que pasan peleados que contentos, es hora de sacarse mutuamente una bandera blanca y buscar ayuda profesional. Desde un psicoterapeuta experimentado hasta un consejero espiritual pueden ser de gran ayuda para comenzar a resolver las diferencias. Es importante buscar este tipo de ayuda, ya que si dejamos pasar mucho el tiempo con este tipo de situaciones, lo más probable es que terminemos perdiendo las relaciones que más nos importan e interesan.

     Si por el otro lado, tienes discusiones, peleas o desacuerdos una que otra vez, digamos una vez al mes o más distanciado, este tipo de conflictos puede ser altamente beneficioso para la salud de esa relación. Te explico por qué. En primer lugar, el discutir muestra e indica que existen opiniones diferentes, lo cual es normal y sano, ya que no todos pensamos exactamente igual. Segundo, las diferencias nos sacan de nuestro contexto y nos permite percibir y observar otros ángulos y opiniones diferentes a la nuestra. Tercero, nos saca de la rutina y de esta manera oxigena la relación.

     Es importante aclarar que se puede discutir lo que sea, siempre y cuando se mantengan las reglas mínimas de cordialidad presente, estas son: 1) Respeto. El hecho de que difieras de un punto con otra persona note da permiso para ofenderla, maltratarla, señalarla, enjuiciarla y mucho menos, criticarla. 2) Mantener las emociones dentro de los límites de sociabilidad. Quiere decir que si no posees las destrezas necesarias para mantener la calma cuando se discuten las diferencias de opiniones, es mejor que te retires, leas y aprendas un poco acerca del dominio propio, y abordes el tema cuando la emoción no esté en su punto de ebullición. 4) La razón y la verdad. Recuerda que cuando intercambias ideas diferentes, no tienes por qué tener la razón y tu opinión sea la única verdad. La verdad no nos pertenece y muchas veces, aunque tengamos la razón, es mejor cederla para evitar confrontaciones innecesarias.



Juan Ricardo Díaz

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