La rabia es
una de las emociones que más permiso nos damos de sentir. Está bien sentirla y
expresarla, hasta Dios mismo se da permiso de sentirla y expresarla, ¿recuerdas
cuando Jesús tumbó las mesas del templo? Lo que puede estar errado es
expresarla de forma que dañemos a otras persona, cosas o a nosotros mismos. Por
la naturaleza de esa emoción, cuando se activa en nosotros busca destrucción y
agresión. Si no nos sabemos medir en ese momento lo más seguro que vamos a
decir y hacer cosas que nos vamos a arrepentir después que se nos pase.
La rabia se
dispara cuando estamos manejando pensamientos de injusticia. Si tu mente se convence
de que algo o alguien está siendo injusto contigo o con un ser querido,
inevitablemente se va a disparar la emoción de la rabia en ti. Ayuda alejarse
de la persona o situación que disparo la emoción, caminando rápido para obligar
al cuerpo a cambiar el ritmo de la respiración, la cual debe comenzar a ser más
profunda y rítmica con la idea de recuperar las sensaciones corporales.
¿Recuerdas
los dibujos animados cuando sienten rabia?, la cara está roja y echan humo por
la orejas, pues generalmente es en la cabeza en donde más presión podemos
sentir la emoción, y ese exceso de flujo sanguíneo en la cabeza nos puede hacer
perder la razón por segundos, suficientes para cometer errores garrafales.
Debajo de
esa supuesta injusticia, la cual puede ser real o no, siempre se van a estar
escondiendo las emociones básicas de miedo y/o tristeza. De manera tal, que la
próxima vez que sientas rabia, oblígate a preguntarte cuál es la injusticia de
ese caso en particular. Una vez que la ubiques, hazte a pregunta: ¿Esta
injusticia, me da miedo o me da tristeza? Al ponerte en contacto con la emoción
que está debajo de la rabia, la rabia minimiza, e inclusive hasta desaparece
porque ya no tiene razón de ser.
Las
emociones se manejan primordialmente en la parte del cerebro llamada el sistema
límbico o cerebro emocional, el cual trata y funciona con las partes
instintivas y autónomas del cuerpo. Es lo que conocemos como el cerebro animal
por sus respuestas carentes de todo raciocinio lógico. Si dejamos que esa parte
del cerebro maneje nuestras vidas vamos a comportarnos como personas
pertenecientes netamente al reino animal. Lo que se conoce como el cerebro
nuevo, la corteza del cerebro maneja esas mismas emociones a nivel frontal,
justo en donde se encuentra la capacidad del ser humano de discernir, tomar
decisiones en base al intelecto, y otras tareas importantes que definen y
cambian nuestra vida.
Todas las
emociones que no se les da permiso de manifestarse o expresarse, conocido en
psicología como reprimir las emociones, siempre van a buscar la manera de
salir, y generalmente lo hacen por vías que nos son tan sanas. Es mejor dejaras
salir por su vía natural. Si estás triste, llora, si sientes miedo, tiembla o
grita, si tienes rabia exprésala sanamente, sin herir a nadie ni a ti mismo.
Expresa la emoción, déjala fluir, pero usa tu intelecto para hacerla de la
mejor forma posible, para tu propio bienestar y de los que te rodean.
Te invito a
que tomes la decisión hoy mismo de escoger utilizar tu corteza frontal para
manejar inteligentemente tus emociones y retomar el control de tu vida, tus
pensamientos, y por ende, de tus acciones, logrando manejar más efectivamente
tus emociones, principalmente la emoción de la rabia.
Juan Ricardo Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario