viernes, 13 de noviembre de 2015

¿Cómo está tu día?

El día está nublado, un tanto oscuro. ¿Se puede decir que el día está feo o que no es un buen día? De poder, si se puede. Ahora, la realidad es una cosa muy diferente. Si le prestamos atención a cómo se comporta la naturaleza y cómo reaccionamos a ella, podemos aprender y deducir bastante de nosotros mismos.
Puede ser que un día lluvioso no te guste o te desagrade. Hay gente que les encanta un día lluvioso. Les provoca dormir, descansar o hacer el amor. Hay otro grupo de gente que se molesta porque el agua los moja y todo se vuelve un chiquero. Si nos percatamos que cada persona puede reaccionar completamente diferente a otra frente a un mismo evento, acaso no cabe la pregunta: ¿Qué es lo que realmente está pasando?
Muy probablemente las personas reaccionamos a estos eventos en base a la información previa que tengamos guardadas de eventos similares de tiempos pasados, sobre todo si guardamos en memoria eventos con alto contenido emocional. Para poder recordar algo en memoria para que perdure solo hay que lograr la experiencia, bien sea en forma visual, auditiva o kinestésica y sumarle una emoción intensa. La emoción puede ser positiva o negativa, lo importante es el volumen o la intensidad de la misma.
Te pongo un ejemplo, si te pregunto si ¿puedes recodar en dónde estabas y qué estabas haciendo el 23 de Abril del 2011?, al menos que sea tu cumpleaños o una fecha importante para ti, lo más probable es que no lo recuerdes. Pero si vives en Estados Unidos antes del 2001 y te pregunto ¿en dónde estabas y qué estabas haciendo el 11 de Septiembre del 2001 a las 9 de la mañana?, te garantizo que lo vas a recordar.
Y no se trata de que el evento de por si fue impactante, lo cual lo fue, y cambio la historia de este país, se trata más sobre la impresión que causó en tu sistema nervioso, las diferentes emociones que sentiste en ese momento, junto a una alta intensidad, fue lo que ayudó a que esa experiencia se haya quedado plasmada en tu sistema con pocas probabilidades de ser borrada.
Lo interesante de todo este asunto es revisar cuáles son las ideas “emocionales” que tenemos guardadas en las diferentes situaciones de la vida cotidiana, como por ejemplo el clima que hace. Debemos revisarla para entender si nos están ayudando a vivir una vida más agradable y placentera, o si por el contrario, nos está haciendo atravesar un calvario innecesario.
La invitación es a pensar y reflexionar acerca de este tema hoy día, y sonreírle al tiempo, al día que esté como esté. Es un día hermoso, porque tú decides hacerlo así. Todas las mañanas al despertarme y comenzar el día me repito: “Este es el día que Señor hizo, regocijémonos y gocemos en él”. Al fin y al cabo, esa es la verdad, cada día le pertenece a Dios, él lo hizo, con todo su amor, con toda su sabiduría, y nada de lo que Dios hace es malo, todo es bueno. Así que disfrutemos de las obras del Señor, ya sea un día soleado junto al mar o con diez pies de nieve junto al lago.


Juan Ricardo Díaz

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