martes, 17 de noviembre de 2015

Terrorismo sin terror



En diferentes partes del planeta existen hechos vinculados al terrorismo por diferentes grupos organizados que se dan a la tarea de tratar de sembrar el miedo dentro de la comunidad que tienen como objetivo. 

Países como Israel, España, y Colombia han sufrido de este flagelo por las últimas décadas, y ahora se han sumado México, Venezuela y hasta los Estados Unidos, y mas reciente Francia.

Hasta no hace mucho se podía caer en la tentación de pensar que países tan avanzados tecnológicamente como los Estados Unidos eran muy poco susceptibles a este tipo de ataques, pero después de 11 de septiembre del 2001 quedó en evidencia lo falso de esta creencia. Con los más recientes acontecimientos en la ciudad de Boston nos queda, por un lado, la expectativa de cuándo vendrá el próximo ataque y por dónde. Por otro lado, nos puede quedar también el aprendizaje de este tipo de situaciones. Escuchando al embajador de Israel acá en los Estados Unidos y al presidente Barack Obama, se abre a la esperanza que el mundo y sus habitantes logremos conformar un bloque de unidad y solidaridad en donde podamos dejar sin vigencia la mal intencionada obra de estos grupos extremistas.

Ambos coincidieron que el terrorismos solo es posible si el público que está siendo objeto de los ataques cede a sus instintos básicos de descontrolar sus emociones en miedo, pánico y pavor. Es natural y humano que todos nos asustemos con este tipo de eventos, pero es la reacción a posteriori lo que realmente cuenta para medir la efectividad de esos ataques. Si quizás 48 o 72 horas después de un atentado, el público en general retoma sus actividades diarias es una demostración inequívoca de que el plan de los terroristas fracasó, pues el pueblo reaccionó con valentía, enviando un mensaje claro, directo y conciso de que nada ni nadie nos va a amedrentar.

Pienso que solo hay que temer a ese que tiene poder de lanzar tu alma al infierno o enviarla a los cielos, el resto de la gente no puede hacernos absolutamente nada, pues no temamos al que puede matar la carne, honremos y veremos al que nos da y nos quita la vida, tal como dice la palabra.

Te invito a unirnos en constante oración para conseguir esa paz que sobre pasa todo entendimiento humano en nuestras mentes y corazones, para que juntos podamos vencer los temores, inseguridades y miedos que tratan de implantar en nuestras sociedades esos desestabilizadores.

Si esta columna fuese un video, quizás terminaría mostrando un Harlem shake con la canción de los terroristas, pero dado a lo escrito, lo demás lo dejo a libre imaginación. (El humor, uno de los mejores remedios para vencer el temor)

Juan Ricardo Díaz

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